Cusco, la ciudad imperial, es el lugar donde surgió el famoso imperio Inca, una civilización profundamente entrelazada con su entorno natural y espiritual. Ubicada entre los Andes, Cusco es un santuario viviente de joyas arquitectónicas y naturales, por ejemplo, es hogar del patrimonio cultural mundialmente reconocido como Machu Picchu, un testimonio del ingenio humano y su armonía con la naturaleza.

Según Rostworowski (1993), la cosmovisión andina, característica de esta ciudad imperial, se basa en el profundo respeto y equilibrio con la Pachamama (Madre Tierra). Aquí, la naturaleza no es solo el telón de fondo de la vida, sino la protagonista, la brújula, que guía el día a día de los cusqueños. Asimismo, veneran las montañas (apus), los ríos y los cielos, reconociendo en ellos (como la naturaleza que origina su entorno) la energía vital que nutre tanto el cuerpo como el espíritu. Así, la historia, la cultura y la naturaleza se entrelazan de manera única, creando una atmósfera espiritual y trascendente.

Si estás pensando mudarte a este mágico destino, encontrarás un estilo de vida profundamente conectado con el entorno natural. Vivir en Cusco no solo enriquecerá tu vida diaria, sino que también te ofrecerá la oportunidad de reconectar con tus raíces, con la tierra y con una forma de vida más trascendente. Comprar una casa en Cusco puede ser una de las decisiones más significativas que tomes, brindándote un espacio donde la modernidad y la tradición se fusionan en perfecta armonía con la naturaleza. ¡Quédate en este artículo para conocer un poco más a detalle!

Belleza Natural

Como se mencionó en la introducción de este artículo, Cusco se sitúa en el corazón de los Andes peruanos. De acuerdo con Cusco Mágico, la región destaca por ser un valle rodeado de imponentes montañas, ríos caudalosos, lagunas cristalinas y, sobre todo, por sus tesoros naturales ocultos. Además, al colindar con territorios de selva como Puerto Maldonado, Cusco se beneficia de una rica vegetación que lo posiciona como uno de los ecosistemas más biodiversos del Perú, en un espacio único que no tiene comparación con ningún otro lugar.

Estas características geográficas le otorgan a Cusco una mezcla de climas que varían entre húmedo, seco y frío, dependiendo de la altitud y cercanía a la selva o las montañas. Su flora y fauna son igual de diversas, Macchu Picchu Terra, menciona que alberga desde especies típicas de la sierra, como el Kantu (la flor de los incas) y llamas, hasta flora tropical y animales propios de la ceja de selva, como el oso de anteojos y diversas aves exóticas. Este conjunto de paisajes y biodiversidad convierte a Cusco en un lugar especial para quienes desean vivir en constante conexión con la naturaleza. ¿Qué estás esperando para visitarlo?

Agricultura: de los campos a la Olla

La vida en Cusco no solo es estar rodeado de paisajes asombrosos y una rica herencia cultural, sino también en tener la oportunidad de llevar una vida saludable y autosuficiente a través de la agricultura local. Esta que, desde tiempos prehispánicos, ha sido uno de los pilares de sostenibilidad para la región. Una sostenibilidad que no solo es productiva sino también respetuosa con la naturaleza.

Respecto a ello, por ejemplo, es de conocimiento, la existencia de los famosos “andenes”, técnica ancestral para el cultivo de alimentos, que utilizaron los incas para aprovechar al máximo la diversidad de sus ecosistemas; así como la implementación de canales de riego que permitieron conectar lugares y maximizar la producción. El antropólogo, John V. Murra, en su libro Formaciones Económicas y Políticas del Mundo Andino (1975), menciona ello, que los incas lograron cultivar gran variedades de especies a diferentes alturas, que permitió no sólo abastecer a la población local sino también a las otras regiones. Y esto fue posible gracias - y relacionado con la cosmovisión andina del hombre entrelazado con la naturaleza - a su sistema de organización política y económica que favoreció el intercambio y distribución de sus productos entre distintas zonas, asegurándose de que todos tuvieran siempre lo necesario.

Es con esta herencia natural que posee Cusco, junto los saberes ancestrales para gestionarla, que lo convierte en un destino en el que prácticamente se tiene todo lo necesario para vivir de manera autosuficiente. Por ejemplo, muchas de las familias en las áreas rurales y hasta algunas de las áreas urbanas, tienen huertos en los que cosechan vegetales y hortalizas. De esta manera, esto no solo reduce el costo de vida en esta ciudad, si no que promueve un estilo de alimentación saludable, libre de productos procesados e industrializados. En ese sentido, si aún estás reflexionando sobre si Cusco es una de las mejores ciudades en Perú para vivir, solo recuerda esto: ¡la autosuficiencia de vida aquí no es solo un ideal, sino una realidad para muchos de los pobladores de esta región!

Sin embargo, si la autosuficiencia no es lo tuyo, y quieres alimentarte saludablemente y estar en armonía con el medio ambiente. Cusco posee una gran cantidad de mercados locales que son abastecidos cada día con productos frescos directos de la cosecha. Así como podrás gozar de las ferias de productos locales que cada fin de semana se realizan en las plazas principales de la ciudad, estas no solo ofrecen los alimentos en materia prima. Sino también, platos gastronómicos ya hechos, en los que se tiene desde comida típica como el famoso Puchero que se come en época de carnavales, la Frutillada (bebida de chicha de jora con fresas maceradas), Cuy al Horno, entre otros. Fuente: Cusco Pro.

La comunidad y sus festividades

Las festividades juegan un papel importante en la vida cotidiana de la región. Estas no solo son una manifestación inmaterial y material de su cultura, sino también una manera en la que se fortalece su identidad comunitaria que está estrechamente conectada con su entorno natural. Pues, estas, además de ser reflejo de la relación social entre todos sus habitantes, también demuestra el valor que los cusqueños sienten por su hogar, entrelazando lo sagrado y trascendental con lo terrenal.

En primer lugar, una de las festividades más importantes de la región, es el Inti Raymi, en español significa “Fiesta del Sol”. Según el Portal Andina, se celebra cada 24 de Junio, y es una festividad Inca que rinde homenaje al Inti (Dios Sol) por ser fuente de vida y fertilidad. Esta se celebraba para agradecer y asegurar la continuidad de los cuidados y bendiciones del Dios Sol, así demostrando claramente la interdependencia entre la naturaleza y la espiritualidad de los pobladores de Cusco.

Entonces el Inti Raymi deja de ser solo una celebración más, para convertirse también en una reafirmación del estrecho vínculo entre las personas y su entorno (la naturaleza), este que se renueva cada año para mantener viva esa conexión. Hoy en día, continúa siendo un momento de trascendencia, donde la cultura inca se mantiene viva, y la relación del hombre con la naturaleza también.

Y en segundo lugar, el Corpus Christi, otra de las grandes festividades de Cusco. Según el diario La Jornada, esta festividad si bien posee raíces católicas, en el contexto cusqueño, presenta aspectos de la cosmovisión andina. Pues antes de la llegada de los españoles, quienes salían de procesión eran idolillos que representaban los dioses de la naturaleza de los incas. Tras la conquista, y el inicio de la evangelización, estos idolillos fueron reemplazados por las imágenes de los santos y vírgenes católicos.

Este sincretismo cultural que no solo ocurrió en Cusco, sino en prácticamente en toda América Latina, dio lugar a festividades como esta, con un carácter único. Así, durante esta procesión relativamente moderna, aunque se lleven en la actualidad las imágenes católicas, sigue reflejando la relación con la naturaleza y la importancia de ella en la cosmovisión de todos los habitantes.

Vivir en Cusco es más que solo disfrutar de sus paisajes y lugares turísticos. Aquí la naturaleza, la espiritualidad y la historia están estrechamente relacionadas. Desde rica biodiversidad, y geografía, su estilo de vida está muy ligado al agradecimiento y cuidado de la naturaleza, hasta sus festivales como el Inti Raymi. Todo ello hace que Cusco se convierta en un destino que nadie en su sano juicio estaría dispuesto a perdérselo. ¡Al menos una vez en tu vida deberías visitarlo!

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